Foto: Felipe Caicedo / EL TIEMPO
El Gobierno de Brasil reveló un encuentro entre Uribe y Lula para tratar el tema de las bases. Después, Colombia confirmó que el Presidente emprenderá una gira por 6 países para explicar su posición.
Serán, en principio, Alan García, de Perú; Michelle Bachelet, Chile; Luis Inácio Lula da Silva,Brasil, Cristina Fernández, de Argentina, Tabaré Vásquez, de Uruguay y Fernando Lugo, de Paraguay.
Aún se gestiona la audiencia con el mandatario de Bolivia, Evo Morales.
El presidente Álvaro Uribe, quien se había recluido en plan de descanso en su finca 'El ubérrimo' (en Montería) tuvo que interrumpir de manera abrupta su descanso para emprender una visita a sus principales aliados de la región, en una clara respuesta a la actitud hostil de los presidentes Rafael Correa (Ecuador) y Hugo Chávez (Venezuela).
El mandatario, quien había dicho que permanecería en su finca hasta el 7 de agosto, decidió que junto con el Canciller Jaime Bermúdez iniciarán una gira que los llevará a hablar, inicialmente, con seis mandatarios de la región.
La idea, según la Casa de Nariño, es entrevistarse "con los Jefes de Estado para abordar los temas del terrorismo en Colombia, sus riesgos, y los asuntos relacionados con Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)".
Según un comunicado de la Casa de Nariño, "la gira será prudente en declaraciones a la opinión pública. Será una gira muda".
La decisión la tomó Uribe ante la preocupación que han expresado algunos gobiernos de la región en torno a la inconveniencia de que los estadounidenses puedan utilizar esas bases militares para actividades distintas a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Uribe decidió este fin de semana que les explicará personalmente a los presidentes los alcances del acuerdo con Estados Unidos.
De la gira quedan por fuera Chávez y Correa, quienes han sido críticos de este acuerdo, hasta el punto de que Chávez decidió retirar a su embajador en Bogotá y "congelar" las relaciones con Colombia.
Con estos encuentros personales el mandatario obvia el llamado que le hicieron el pasado jueves los presidentes de Chile y Brasil para que en la reunión de Unasur del próximo 10 de agosto, que se celebrará en Quito, explicara cómo operarían los militares estadounidenses en Colombia.
La visita de Uribe a Brasil coincidirá con la presencia en ese país del consejero de seguridad nacional de Estados Unidos, James Jones, que llega a Brasilia hoy. Su primera reunión será con el asesor especial de Lula, Marco Aurelio García. Mañana se encontrará con el Canciller Celso Amorim y con el ministro de Defensa, Nelson Jobim.
Declaraciones hechas el domingo por el canciller brasileño, Celso Amorim, hicieron que el Gobierno colombiano llegara a la conclusión de que es necesario ampliar los detalles del convenio que se estudia con los Estados Unidos. Amorim dijo, en una entrevista al diario Folha de Sao Paulo, que es necesario que haya "transparencia" y "claridad" en este tipo de acuerdos.
El Gobierno colombiano tiene claro el liderazgo que ejerce Brasil en la región y por eso decidió 'coger el toro por los cuernos'.
El ex canciller Augusto Ramírez Ocampo catalogó la decisión del Presidente como "estupenda" porque, en su opinión, le permitirá presentarse y esclarecer la posición colombiana en el sentido del control que se tendrá sobre la presencia militar estadounidense.
Mientras tanto, el ex presidente Ernesto Samper dijo que le parecía "útil" la decisión, "siempre y cuando no se trate de hechos creados, es decir que no haya sido firmado el acuerdo".
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