La crisis de la democracia es invisible para la OEA
La esperanza es lo último que se pierde, pero con la OEA ya losvenezolanos no contamos para nada. Esa organización de presidentes se niegaa ver como en Venezuela el Gobierno de Hugo Chávez mata a la democracia.Serán cómplices cuando nuestro sistema de libertades colapse y se produzcala quiebra social, económica, política y militar.
Que luego no vengan con elcuento de siempre. La mayoría democrática de Venezuela mantenía una pequeñaesperanza de que la reunión entre los Gobernadores y Alcaldes opositores conJosé Miguel Insulza, abriera una ventana para la salida de esta larga crisisque ya acumula diez años.
El país no aspiraba una aplicación inmediata de laCarta Democrática, pero si por lo menos una iniciativa de esa organizaciónpara intervenir como mediador y colaborar en la restitución del equilibriodemocrático. Pero nada se logró.Buena la intención de Antonio Ledezma, Pablo Pérez y César PérezVivas de demostrar ante la OEA y la CIDH que en Venezuela el régimen deChávez esta asesinando la democracia poco a poco y lo más triste bajo unmanto de legalidad maquillada que les permite imponer, arrollar y perseguir.
El trío de gobernantes opositores demostró como en Venezuela seestá cercando y ahogando a la disidencia. Fue una excelente oportunidad demostrar ante el mundo que lo que Zelaya quiso hacer en Honduras, aquí ocurredesde hace diez años.Demostraron como no existe el equilibrio y la separación depoderes. De cómo cada uno de los poderes públicos están ocupados en 99% porobedientes soldados revolucionarios que acatan de inmediato y sin chistarlas órdenes presidenciales.
De nada sirvió, que por casualidad del destino, ocurriera laactuación del Poder Judicial contra la jueza 13 de control de Caracas,Alicia Torres, quien fue suspendida y atropellada porque se negó a acatar laorden política de dictar la prohibición de salida del país de GuillermoZuloaga sin cumplir los pasos legales correspondientes.
Esas violaciones a la Carta Democrática para Insulza son invisibles.Evidenciaron como el Gobierno usa a la Asamblea Nacional paracrear leyes que cercenan las competencias de los Gobernadores y Alcaldesopositores, porque sencillamente los quieren dejar sin atribuciones, sinrecursos y con una insostenible carga burocrática. Indicaron como elGobierno usa a sus fuerzas de choque y ocupación para invadir sedesgubernamentales, desalojar funcionarios y así crear el caos en ciertosestados y municipios. Insulza tampoco ve eso.Probaron como el Gobierno de Hugo Chávez quiere acabar con lalibertad de expresión a través de varias vías. La primera la revocatoria deconcesiones como ocurrió con RCTV y está próximo a ocurrir con Globovisión.
La segunda la confiscación de más de 240 emisoras de radio y más de 40 canales de TV a quienes CONATEL nunca respondió para los cambios de títulosy para la adecuación de la habilitación administrativa.Se mostró como se persigue a muchos periodistas cuyo únicodelito es cumplir con la obligación periodística de investigar, denunciar ycriticar las aberraciones y la corrupción del Gobierno. Igualmente se razonócomo el Gobierno a través de CADIVI condena a muerte a más de 50 diarios y semanarios en todo el país, porque no aprueba y libera los dólares para lacompra de papel.
Y ahora para completar el cerco se quiere controlar a lossistemas de televisión por suscripción y así sacar del aire a canalesdisidentes. Eso también es obviado por Insulza.Todos los síntomas de la muerte de la democracia en Venezuela noexisten para la OEA y el señor Insulza, quien además en un gesto de burlapara los venezolanos les preguntó a los tres interlocutores de laalternativa democrática ¿Por qué no dialogan Gobierno y oposición? Como siél no supiera que para el presidente Chávez el diálogo no existe y sólo estávigente la sumisión y la obediencia absoluta. No se haga el pendejo señorInsulza.
El país marcha hacia la quiebra democrática definitiva y la OEAsólo volteó la mirada. Los 14 votos que Chávez le controla a Insulza para suaspiración de reelegirse como Secretario General, pesan más que el rescatede la democracia venezolana. Serán cómplices de todo lo que pase enVenezuela. La intención de Antonio Ledezma, Pablo Pérez y César Pérez Vivas por lo menos sirvió de alerta para lo que pueda ocurrir en Venezuela. Aunquecon la OEA es perder el tiempo todo lo que se denuncie.
Repetimos que no se les pedía una condena radical y la aplicación de laCarta Democrática. Sólo que analizaran lo que ocurre en nuestra nación yactuarán para tratar de enderezar los entuertos. No importa señores de laOEA, los venezolanos sabrán salvar la democracia, pero luego no vengan confalsas posturas y a rasgarse las vestiduras.La crisis en Honduras es un caso que se repetirá poco a poco en muchospaíses del área y obligará a repensar y discutir sobre el concepto dedemocracia que tiene ese Club de Presidentes. Insulza sigue haciéndose elciego y el sordo ante la crisis venezolana.
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