TIEMPO VERTICAL
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Fuente: Hispanos Report - Miami
En los aciagos momentos que vive Venezuela, ha surgido desde lo más
profundo de las miserias humanas de la sociedad: la mala voluntad. Esta
variedad quizá contraria al deseo general ha colmado de odio, envidia y
resentimientos a la política de nuestros tiempos materializada en el
llamado socialismo del siglo XXI.
La buena voluntad mostrada al menos retóricamente por los factores que
adversan al diabólico chavismo, se queda en la sola enunciación: sin
fuerza, sin vigor, sin convicción. Esa voluntad cobardona carece del
deseo de libertad que creemos es el ingrediente, la pimienta de la vida
que realmente motiva al individuo.
Schopenhauer definía la Voluntad como el principio que mueve al mundo y
al individuo, es el deseo de ser y seguir siendo. No obstante todo esto
es posible sólo en libertad.
Los partidos políticos y sus dirigente en general, han carecido del
convencimiento sobre la necesidad de la libertad plena para ejercer la
democracia. Escuchamos decir en las calles " falta voluntad política"
para revelarse, para marchar, para tomar el toro por los cuernos y
activar los motores para lograr la cohesión social, con unidad de
objetivos y estrategias que permita a los venezolanos romper el miedo y
las cadenas de la opresión.
La comodidad temporal dada por el gobierno como migajas, a la oposición,
ha logrado romper sus voluntades, sin que estos se percaten de que,
están rindiendo a los pies de una mafia criminal, lo más preciado que
habíamos logrado a fuerza de sacrificios y al "querer ser", conquistado
como pueblo.
La buena voluntad, como decían nuestras abuelas no basta. Sólo las
acciones hacen corazones, una metáfora que invita a la acción, para auto
determinarnos como pueblo y cimentar de una vez y para siempre nuestro
deseo de vivir en libertad.
Los Venezolanos no intentan zafarse de sus propias culpas o de sus
responsabilidades, pero la lucha es contra un Estado todopoderoso que
usa las fuerzas armadas, el tráfico de narcóticos y la renta petrolera
para esclavizar al pueblo.
Nuestros dirigentes y nuestras élites deben asumir el papel histórico
que le corresponde. El pueblo en repetidas oportunidades ha cedido a la
actual dirigencia política su voluntad general, para que esta la
conduzca, asuma las decisiones necesarias, para juntos defender los
valores democráticos del pueblo, pero ha sido defraudada debido e eso
que llaman: La falta de voluntad política!
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario