Las declaraciones de Capriles y otros voceros políticos permitiéndole al
régimen vulnerar la Constitución con respecto al 10 de enero y la toma
de posesión, demuestran su miserabilidad política con la única finalidad
de conservar el "status quo", manteniendo sus parcelas de poder por
encima de los interesés del colectivo nacional democrático.
Sus
declaraciones son jurídicamente risibles e inaceptables, a la vez que
conllevan a un peligroso contubernio "supraconstitucional" de un
trasfondo ilegal y maquiavelico entre la dirigencia de oposición y el
régimen dictatorial castro-chavista. La Constitución es muy clara: si el
10 de enero no se presenta el moribundo autócrata, asume el presidente
de la Asamblea y ha de convocar elecciones en un lapso no mayor de 30
días.
Punto y final. Capriles y la MUD intentarán una vez más hacerle el
juego al régimen pero ya no pueden esconder sus verdaderas
motivaciones, son tan traidores como el propio Chávez que actualmente
permite por acción propia y la de sus más cercanos colaboradores, el
sometimiento público y notorio de Venezuela por parte de una nación
extranjera violentando el espíritu de la soberania nacional y
abofeteando nuestro gentilicio venezolano.
A partir del 10 de enero el
régimen con la venia de la dirigencia de oposición entrará en una etapa
de ilegalidad e inconstitucionalidad morbosa.
A partir de ese momento
todo intento pacífico o violento con la finalidad de restituir el "hilo
constitucional" de la república, a través de los artículos 350 y 333 de
la Carta Magna, han de ser aceptados, alentados y apoyados por todos los
democrátas y ciudadanos decentes del país.
A partir del 10 de enero si
Chávez no se juramenta, y no asume el presidente de la Asamblea
Nacional, habremos entrado de lleno en una dictadura constitucional
dirigida desde Cuba e implementada por mafiosos y rufianes de dilatada
trayectoria criminal.
Las fuerzas democráticas y civilistas de la patria
han de unirse inmediatamente, no podemos permitir pasivamente semejante
acto impúdico e irracional en pleno siglo XXI, sabemos a que atenernos,
actuemos en consecuencia.
Vienen días sumamente difíciles donde las
movilizaciones ciudadanas y la presión popular inclinarán la balanza a
nuestro favor si lideramos en el camino correcto. Nuestro movimiento se
hará público en pocas semanas tanto en Venezuela como en el exterior.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario