Surgen nuevas dudas sobre la transmisión de datos en el proceso electoral automatizado que se verificará el 7 de Octubre en Venezuela con motivo de las elecciones presidencial. El cable submarino de fibra óptica del que comunica a Venezuela y Cuba, está ahora en el centro de la polémica. El desgobierno de Chávez, tiene montado un megafraude, para las próximas elecciones. Eso lo damos por sabido. El trabajo sucio tiene dos vertientes. El electrónico y el que llamaremos político al cual se une la corrupción, sonante y rampante, de quienes además del escamoteo de votos, se están forrando los bolsillos. Veamos. FRAUDE ELECTRÓNICO El miércoles pasado, los expertos Alfredo Weil, Guillermo Salas, Ludwic Moreno y Genaro Mosquera, denunciaron, que el padrón electoral ha sido inflado por el CNE. Tal maniobra ha permitido la multiplicación de mesas de votación, itinerantes o en sectores despoblados, de difícil o imposible acceso para los testigos de la oposición. En tales centros "relancinos", como revelaron los expresados técnicos, se ha registrado un crecimiento histórico del voto chavista, muy distinto al crecimiento de esos mismos votos chavistas en los centros "no relancinos". El sorteo de los miembros de mesa, también fue manipulado por el CNE. Lo que se demuestra con la composición de afectos al desgobierno de Chávez "sorteados". Nos explicamos mejor: la composición de los miembros de mesa sorteados por el CNE es: 80% chavistas 20% opositores, mientras que la composición del electorado, en el mejor de los escenarios para el oficialismo es de 55% versus 45% para la oposición. Si eso no es trampa del CNE, que venga alguien y nos lo cuente. FRAUDE POLÍTICO La coda del megafraude, en su vertiente política, está en la farsa de la supuesta gravedad de Chávez –como también lo hemos denunciado. Un ardid orquestado por la nomenklatura cubana, para hacerlo reaparecer, "triunfalmente", como el supuesto supermán que venció al cáncer. A estas alturas del juego, la salud del Presidente tendría que haber sido evaluada por una junta médica imparcial. Pero no tenemos TSJ, ni Fiscal, ni CNE. Pero también está, el ventajismo; las campañas con las falsarias "Gran Misión Vivienda", "Hogar Equipado" "Ayuda pa' los Viejitos", con sus respectivos etcéteras. Suma y sigue: la utilización de las captahuellas para aterrorizar a los electores. Las encuestas chimbas de Schemell (Hinterlaces), "La Gritona" (Datanálisis), de la "empresa" de Jesse Chacón (GIS XXI) para prepararle el terreno a los escrutinios mendaces; la no publicación del padrón electoral, la negativa del desgobierno gamberro de auditar la data de identificación, la eliminación del Fiscal de cedulación, la prohibición de veedurías electorales internacionales en Venezuela, serias, responsable, con tiempo suficiente para hacer su trabajo, como serían las de la Unión Europea o de la OEA. NUEVOS ELEMENTOS DEL FRAUDE En puestos técnicos, claves, del CNE, han sido colocados, cuatro militares, tres activos y uno retirado. El caso del capitán Quintero, es uno de los más graves, porque este sargentón, está llenando plaza en la dirección de "transmisión" del organismo. Hay un enredo terrible, en el CNE, en lo que se refiere a la migración informática para las nuevas captahuellas. Desde el anterior sistema-basura, obsoleto, ya convertido en chatarra, que costó un mil trescientos millones de dólares ("Audi-La Corniche" Rodríguez se metió en ese negocio la pendejaíta de 200 millones de dólares), se intenta migrar la data a la de la ONI-DEX, en Cuba y desde esta última, a las nuevas captahuellas. Los argentinos que han sido contratados ¿cuánto hay pa' eso, Tibisay? naufragan en su falta de experticia. Funcionarios medios del ente electoral nos aseguran que el despelote es monumental y que por lo mismo, las captahuellas no podrán operar en octubre. Ya el desgobierno bandolero, prepara una declaración de última hora, según la cual "como la oposición desconfía de las captahuellas, como una concesión graciosa de mi-comandante-presidente los aparatejos no se instalarán, en su totalidad, para el siete octubre". EL CABLE SUBMARINO A CUBA Venezuela, en la época en que la CANTV la operaba "Verizom", instaló un cable submarino de fibra óptica a un costo de 900 millones de dólares, que sale de nuestras costas y se bifurca en el Caribe en dos direcciones. La primera a Puerto Rico, desde donde se conecta con Estados Unidos y la segunda, a Jamaica, donde se retransmite información al propio Estados Unidos y a Europa. Durante el desgobierno de Hugo Chávez, se instaló, al mismo costo de 900 millones de dólares, un segundo cable para conectarse, solamente, con Cuba. Apreciará el lector, la diferencia entre la copiosa comunicación Venezuela-Estados Unidos y desde allí, al resto del Mundo y entre este segundo cable –al mismo costo que el primero- para transmitir el exiguo tráfico Venezuela-Cuba-Venezuela. Solo que no es tan exigua ni inocente, como parece este segundo cable, pues su único, terminal en la isla se instalará en la "Universidad Tecnológica de La Habana", construida y equipada con última tecnología, con petrodólares venezolanos. Allí, el G-2 maneja nuestra data de cedulación, nuestro padrón electoral y nuestros votos. Licencia para tramprear. Porque a miles de kilómetros e instalado en una isla-cárcel, los venezolanos no podemos mirar ¡ni siquiera! el epicentro del fraude electrónico. EL SECRETO, RECURSO DE LOS TIRANOS La expresión "arcana imperrii" (secretos del Poder) que hoy suena siniestra es muy antigua, porque se remonta a Tácito. En ese libro admirable, "Masa y Poder", Elías Canetti, comienza con esta afirmación contundente: "El secreto ocupa la misma médula de las autocracias". Entendemos que el secreto, con la mentira, su hermana mayor, sean la espina dorsal del desgobierno de Chávez. Lo que nos resulta inadmisible es que los pretendidos partidos democráticos de la MUD, les oculten a los venezolanos que la procesión de la trampa electoral viene por dentro. La única manera de impedir el fraude, es que la gente sepa que existe y al saberlo, que se movilice para frustrarlo.
Surgen nuevas dudas sobre la transmisión de datos en el proceso electoral automatizado que se verificará el 7 de Octubre en Venezuela con motivo de las elecciones presidencial. El cable submarino de fibra óptica del que comunica a Venezuela y Cuba, está ahora en el centro de la polémica. El desgobierno de Chávez, tiene montado un megafraude, para las próximas elecciones. Eso lo damos por sabido. El trabajo sucio tiene dos vertientes. El electrónico y el que llamaremos político al cual se une la corrupción, sonante y rampante, de quienes además del escamoteo de votos, se están forrando los bolsillos. Veamos. FRAUDE ELECTRÓNICO El miércoles pasado, los expertos Alfredo Weil, Guillermo Salas, Ludwic Moreno y Genaro Mosquera, denunciaron, que el padrón electoral ha sido inflado por el CNE. Tal maniobra ha permitido la multiplicación de mesas de votación, itinerantes o en sectores despoblados, de difícil o imposible acceso para los testigos de la oposición. En tales centros "relancinos", como revelaron los expresados técnicos, se ha registrado un crecimiento histórico del voto chavista, muy distinto al crecimiento de esos mismos votos chavistas en los centros "no relancinos". El sorteo de los miembros de mesa, también fue manipulado por el CNE. Lo que se demuestra con la composición de afectos al desgobierno de Chávez "sorteados". Nos explicamos mejor: la composición de los miembros de mesa sorteados por el CNE es: 80% chavistas 20% opositores, mientras que la composición del electorado, en el mejor de los escenarios para el oficialismo es de 55% versus 45% para la oposición. Si eso no es trampa del CNE, que venga alguien y nos lo cuente. FRAUDE POLÍTICO La coda del megafraude, en su vertiente política, está en la farsa de la supuesta gravedad de Chávez –como también lo hemos denunciado. Un ardid orquestado por la nomenklatura cubana, para hacerlo reaparecer, "triunfalmente", como el supuesto supermán que venció al cáncer. A estas alturas del juego, la salud del Presidente tendría que haber sido evaluada por una junta médica imparcial. Pero no tenemos TSJ, ni Fiscal, ni CNE. Pero también está, el ventajismo; las campañas con las falsarias "Gran Misión Vivienda", "Hogar Equipado" "Ayuda pa' los Viejitos", con sus respectivos etcéteras. Suma y sigue: la utilización de las captahuellas para aterrorizar a los electores. Las encuestas chimbas de Schemell (Hinterlaces), "La Gritona" (Datanálisis), de la "empresa" de Jesse Chacón (GIS XXI) para prepararle el terreno a los escrutinios mendaces; la no publicación del padrón electoral, la negativa del desgobierno gamberro de auditar la data de identificación, la eliminación del Fiscal de cedulación, la prohibición de veedurías electorales internacionales en Venezuela, serias, responsable, con tiempo suficiente para hacer su trabajo, como serían las de la Unión Europea o de la OEA. NUEVOS ELEMENTOS DEL FRAUDE En puestos técnicos, claves, del CNE, han sido colocados, cuatro militares, tres activos y uno retirado. El caso del capitán Quintero, es uno de los más graves, porque este sargentón, está llenando plaza en la dirección de "transmisión" del organismo. Hay un enredo terrible, en el CNE, en lo que se refiere a la migración informática para las nuevas captahuellas. Desde el anterior sistema-basura, obsoleto, ya convertido en chatarra, que costó un mil trescientos millones de dólares ("Audi-La Corniche" Rodríguez se metió en ese negocio la pendejaíta de 200 millones de dólares), se intenta migrar la data a la de la ONI-DEX, en Cuba y desde esta última, a las nuevas captahuellas. Los argentinos que han sido contratados ¿cuánto hay pa' eso, Tibisay? naufragan en su falta de experticia. Funcionarios medios del ente electoral nos aseguran que el despelote es monumental y que por lo mismo, las captahuellas no podrán operar en octubre. Ya el desgobierno bandolero, prepara una declaración de última hora, según la cual "como la oposición desconfía de las captahuellas, como una concesión graciosa de mi-comandante-presidente los aparatejos no se instalarán, en su totalidad, para el siete octubre". EL CABLE SUBMARINO A CUBA Venezuela, en la época en que la CANTV la operaba "Verizom", instaló un cable submarino de fibra óptica a un costo de 900 millones de dólares, que sale de nuestras costas y se bifurca en el Caribe en dos direcciones. La primera a Puerto Rico, desde donde se conecta con Estados Unidos y la segunda, a Jamaica, donde se retransmite información al propio Estados Unidos y a Europa. Durante el desgobierno de Hugo Chávez, se instaló, al mismo costo de 900 millones de dólares, un segundo cable para conectarse, solamente, con Cuba. Apreciará el lector, la diferencia entre la copiosa comunicación Venezuela-Estados Unidos y desde allí, al resto del Mundo y entre este segundo cable –al mismo costo que el primero- para transmitir el exiguo tráfico Venezuela-Cuba-Venezuela. Solo que no es tan exigua ni inocente, como parece este segundo cable, pues su único, terminal en la isla se instalará en la "Universidad Tecnológica de La Habana", construida y equipada con última tecnología, con petrodólares venezolanos. Allí, el G-2 maneja nuestra data de cedulación, nuestro padrón electoral y nuestros votos. Licencia para tramprear. Porque a miles de kilómetros e instalado en una isla-cárcel, los venezolanos no podemos mirar ¡ni siquiera! el epicentro del fraude electrónico. EL SECRETO, RECURSO DE LOS TIRANOS La expresión "arcana imperrii" (secretos del Poder) que hoy suena siniestra es muy antigua, porque se remonta a Tácito. En ese libro admirable, "Masa y Poder", Elías Canetti, comienza con esta afirmación contundente: "El secreto ocupa la misma médula de las autocracias". Entendemos que el secreto, con la mentira, su hermana mayor, sean la espina dorsal del desgobierno de Chávez. Lo que nos resulta inadmisible es que los pretendidos partidos democráticos de la MUD, les oculten a los venezolanos que la procesión de la trampa electoral viene por dentro. La única manera de impedir el fraude, es que la gente sepa que existe y al saberlo, que se movilice para frustrarlo.
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